7 de Noviembre 2012
Escribí y me sentí confrontada, y al mismo tiempo me llené de verguenza. Tal vez pueda de serle de bendición a alguien más.
"Quieres más y más de mí. Deseas milagros y maravillas de mi parte. Yo
estoy dispuesto a brindarte todo esto en abundancia, ¿pero cuándo fue la
última vez que solo, en la intimidad, te sentaste a estudiar mi
palabra, a buscar sabiduría del reino? ¿Alguna vez lo has hecho? No me
tienes que contestar, yo lo sé, ¿pero eres tú consciente? ¿Me estás
dejando de lado, sin saberlo, por la misma cotidianidad? Verme los
domingos y martes no es suficiente. ¿Crees que nada más te quiero
conmigo cuatro horas a la semana? ¿Te basta estar en mi presencia
únicamente en este lapso de tiempo? ¿En tan poca estima me tienes que el
hecho de yo ser tu Dios ha perdido interés?"
"La vida
espiritual es semejante a una semilla, pero también se parece a una hoja
que volátil, sin un árbol al cual adherirse y del cual alimentarse, es
zarandeada no solo por la tempestad, sino hasta por la más leve
ventisca. Hijo, ¿quieres ser una hoja solitaria o formar parte de un
árbol frondoso?"
"Aun recuerdo cuando me abriste la puerta, el
día en que aceptaste a mi hijo Jesús como tu salvador. Me prometiste que
yo sería lo primero y más importante en tu vida… Entonces, mi amado
hijo, a quien quiero como el tesoro más valioso, ¿por qué no estás
cumpliendo esa promesa?"
Wow, no tengo palabras.Lo que si sé es que Dios hablo a mí a través de ti.
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