domingo, 24 de febrero de 2013

Nuestras circunstancias



Dios permite nuestras circunstancias por una razón. Para nosotros muchas veces es bastante difícil aceptar las situaciones como una etapa de aprendizaje y crecimiento, confiando en que para cada golpe y herida Dios tiene una cura. La tercera ley de Newton establece que para una acción hay una reacción de igual magnitud; yo creo que detrás de cada acción hay una lección que nos hace crecer proporcionalmente a la magnitud de nuestro problema.

Entonces, ¿qué hacemos? Tal vez esta pequeña oración nos de la respuesta: “Por tanto me agarraré de ti y no temeré al temor, ni huiré de la angustia; sino más bien me apoyaré en ti, buscaré tu rostro, y en medio de mis tribulaciones llenarás mi corazón de tu perfecto gozo”.

No hay comentarios:

Publicar un comentario