Basado
en Romanos 12:1-2
“1Así
que, hermanos, os ruego por las misericordias de Dios, que presentéis vuestros
cuerpos en sacrificio vivo, santo, agradable a Dios, que es vuestro culto
racional.”
“2No
os conforméis a este siglo, sino transformaos por medio de la renovación de
vuestro entendimiento, para que comprobéis cuál sea la buena voluntad de Dios,
agradable y perfecta.”
Meditación:
No nos conformemos a ser
como es todo el que no conoce a Cristo, sino más bien actuemos según el
entendimiento y la gracia que recibimos por el sacrificio del hijo de Dios en
la cruz. ¿Cuántas veces por querer encajar en una situación en específico nos
olvidamos de comportarnos como hijos del reino, con nuestro hablar y proceder?
Entonces nos confundiremos con la cizaña el segador nos apartará de la
cosecha.
El versículo primero
empieza con una exhortación de presentar nuestros cuerpos en sacrificio vivo,
santo y agradable a Dios, que es nuestro culto racional. Y aquí regresamos al
yo, ¿qué tanto de ti hay en tu voluntad y qué tanto hay del Padre? Si no nos
alineamos a los deseos del Señor, ¿cómo comprobaremos “la buena voluntad de Dios, agradable y perfecta.”?
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